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martes, 24 de noviembre de 2009

Thirst

"No soy católica... para mi, eres un hombre
soltero y necesitado."- Tae-joo

So… fue como Vampire Weekend, no la banda, el fin de semana. Aunque la banda también tuvo su momento en estos días. Yo me puse a ver los últimos dos capítulos de True Blood y esa película de vampiros, esa que está ligeramente inspirada en Romeo y Julieta, ya saben… Thirst…

Todo empieza con un supuesto acto milagroso que resucita a un padre católico, pero también lo obliga a consumir sangre para poder mantenerse vivo. Y termina con las drásticas consecuencias con las que le gusta terminar a las personas románticas. En si es como el Padre Amaro, pero con mas sexo kinky, más sangre, un excelente humor y la visión estética de Park Chan-wook, claro también esta esa cuestión sobre los vampiros. Por supuesto, tiene todo tipo de complicaciones morales, provenientes principalmente del padre católico, que obedeciendo el no mataras, aconseja el suicidio y después bebe la sangre del recién muerto. Y es perseguido por la culpa cuando logra dañar voluntariamente. La historia de amor empieza cuando el padre conoce a la esposa abnegada de su amigo de la infancia. Mientras él se aferra a su ya poca humanidad, ella hace todo lo posible, por ser tan brutal como pueda ser, lo que los hace las pareja perfecta.

Sobra decir que las elipsis de Chan-Wook son perfectas, sin embargo entre brinco y brinco a veces cae en lugares que terminan sin apoyar la historia general; entregando buenos chistes y agregando a la atmósfera; eso sí, pero es algo que a un espectador impaciente le va a molestar. Se adapta a la mitología de manera original, cuenta con encuadres y violencia tan bellos como en toda la filmografía del director, además de toda la ambigüedad moral que puedas imaginar. Es una película de vampiros para el adulto pensante. No una película de terror, ni romance, todo lo contrario.



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